1.¿QUE ES GLOBALIZACION?
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en la últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional.
La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
2.INSTITUCIONES DEL PROCESO DE GLOBALIZACION
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en la últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional.
La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
2.INSTITUCIONES DEL PROCESO DE GLOBALIZACION
Informe del Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales
Desde la última reunión del Consejo General, el CNC ha celebrado una reunión informal el 2 de febrero. En esa reunión, los participantes examinaron y evaluaron las novedades que ha habido en el Programa de Doha para el Desarrollo desde el inicio del proceso intensivo que emprendieron los Grupos de Negociación a principios de enero. Igualmente, como viene siendo habitual a finales de enero y comienzos de febrero, nuestros debates tuvieron como telón de fondo el encuentro informal de Ministros organizado por Suiza en Davos.
Las observaciones que formulé en la reunión informal del CNC, con inclusión del panorama general de los Grupos de Negociación, se distribuyeron a las delegaciones con la signatura JOB/TNC/7. No repetiré lo que dije en esa reunión, pero quisiera dejar constancia en acta del principal mensaje que llevé desde Ginebra a los Ministros reunidos en Davos.
En mi intervención en Davos dije que, en las actividades realizadas en Ginebra, se podía observar un cambio de ritmo y de enfoque en los dos aspectos del proceso de negociación, es decir, en los Grupos de Negociación y en las consultas bilaterales y plurilaterales. En los Grupos de Negociación se percibe que en general el compromiso es mayor y se han centrado más los debates, sin que ningún tema haya quedado rezagado. Se está avanzando en la elaboración de proyectos de redacción y de propuestas de textos así como en la eliminación de corchetes. Sin embargo, recalqué a los Ministros que el ritmo de la labor multilateral era todavía demasiado lento y se estaba lejos del tipo de progresos sustantivos necesarios para llegar a la zona de aterrizaje en la franja de oportunidad que han identificado los dirigentes.
En cuanto al aspecto bilateral y plurilateral, dije a los Ministros que, a mi modo de ver, este aspecto se estaba quedando rezagado, con el riesgo de que las negociaciones multilaterales se vieran privadas del oxígeno necesario para dar el siguiente paso hacia adelante. Si no se recibe inminentemente una transferencia de energía de los procesos bilaterales y plurilaterales, toda la ardua labor realizada durante las últimas semanas en la vía multilateral corre el peligro de estancarse. En otras palabras: dije que el motor multilateral necesitaba combustible, y que lo necesitaba urgentemente.
En Davos, percibí una firme voluntad entre los Ministros por acelerar todavía más el proceso de Ginebra a fin de aprovechar la oportunidad que nos ofrece 2011 y que identificaron los dirigentes del G-20 y del APEC. Los Ministros allí presentes convinieron en ejercer mayor presión en las diversas negociaciones que llevaban a cabo bilateral y plurilateralmente a fin de imprimir el impulso necesario y coincidieron también en que nuestro trabajo actual debía basarse en los progresos logrados hasta ahora. Se comprometieron a dar instrucciones a sus negociadores para que revaluaran sus posiciones, abandonaran sus zonas seguras y emprendieran un verdadero proceso de “toma y daca”. Por último, los Ministros subrayaron su disposición a participar personalmente en el proceso de negociación en el momento adecuado. Pero también dijeron claramente que esperaban que el proceso de Ginebra les dejara por resolver solamente un número limitado de cuestiones.
En la reunión informal del CNC, las delegaciones expresaron un amplio apoyo a nuestra hoja de ruta: textos en todas las esferas alrededor de Pascua, un conjunto amplio de resultados para julio y finalización a fin de año. En este contexto, varias delegaciones reiteraron que los progresos debían basarse en lo que ya se había logrado y que esos logros no debían desbaratarse. Las delegaciones pusieron también de relieve esferas específicas de importancia en las que desearían ver avances en esta fase final. Varios participantes insistieron en la importancia de la transparencia y la no exclusión en los procesos venideros, y algunos resaltaron también la importancia de respetar el mandato de desarrollo establecido en la Ronda.
En cuanto a los debates bilaterales y plurilaterales entre altos funcionarios que ha habido en las dos últimas semanas, tengo entendido que las conversaciones han sido constructivas y que se han examinado cuestiones sustantivas concretas en varias esferas fundamentales, entre ellas la flexibilidad y la forma de lograr un equilibrio general entre todas las cuestiones. También tengo entendido que los participantes han insistido en la importancia del proceso multilateral. Aunque todavía es pronto, considero que la dirección y la naturaleza de esas conversaciones son alentadoras e insto a los participantes a que mantengan la presión, vayan más lejos e intensifiquen los esfuerzos por encontrar el terreno común que nos permita redactar un documento a nivel multilateral.
Dado el nivel de actividad previsto en los diversos Grupos de Negociación, es evidente que en las próximas semanas nos espera a todos una intensa y ardua labor. Entre otras cosas, tendremos que afrontar, colectivamente, el hecho de que nuestro proceso actual (en todos y cada uno de sus niveles) sigue siendo demasiado lento. En los Grupos de Negociación seguimos escuchando que algunas delegaciones "no tienen instrucciones " y que "todavía tenemos tiempo". Estas declaraciones no sólo no son útiles, sino que van en contra de los ingentes esfuerzos que hacen día a día los Presidentes de los Grupos de Negociación por llevar adelante el proceso. En los Grupos de Negociación se dice que "daremos un paso cuando se dé un paso en las plurilaterales" y en las plurilaterales que "daremos un paso cuando se dé un paso en las bilaterales" y, por último, en las bilaterales escuchamos "daré un paso cuando lo den los demás". Naturalmente, esto significa que, en última instancia, ¡ustedes están esperando a que ustedes mismos den un paso! Creo que todos estamos de acuerdo en que hay que salir de este círculo vicioso.
Llegados a este punto, tenemos que recodar todos que hemos acordado un modus operandi para el proceso actual, a saber, lograr progresos en ciertos elementos que los Presidentes puedan consignar en textos, y hacerlo con carácter de urgencia. Debo advertirles seriamente de que, para que esto sea posible, se precisa una importante aceleración en todos los niveles (el multilateral, el plurilateral y el bilateral). Además, los resultados de todos estos procesos tienen que pasar a un nivel superior y ser progresos reales en las principales cuestiones de fondo. Todavía es posible aprovechar esta oportunidad, que se desvanece más y más cada día que pasa.
Por último, yo continuaré mis reuniones periódicas de coordinación con los Presidentes de los Grupos de Negociación, asegurándome en particular de que en el programa de reuniones se tengan en cuenta las limitaciones de las delegaciones más pequeñas y, por supuesto, mis propias consultas personales. En aras de la transparencia y la no exclusión, he convocado también una reunión informal del CNC a nivel de Jefes de Delegación el 8 de marzo, y en ella podremos evaluar colectivamente la situación en todos los ámbitos.
3.ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LA GLOBALIZACION
Las observaciones que formulé en la reunión informal del CNC, con inclusión del panorama general de los Grupos de Negociación, se distribuyeron a las delegaciones con la signatura JOB/TNC/7. No repetiré lo que dije en esa reunión, pero quisiera dejar constancia en acta del principal mensaje que llevé desde Ginebra a los Ministros reunidos en Davos.
En mi intervención en Davos dije que, en las actividades realizadas en Ginebra, se podía observar un cambio de ritmo y de enfoque en los dos aspectos del proceso de negociación, es decir, en los Grupos de Negociación y en las consultas bilaterales y plurilaterales. En los Grupos de Negociación se percibe que en general el compromiso es mayor y se han centrado más los debates, sin que ningún tema haya quedado rezagado. Se está avanzando en la elaboración de proyectos de redacción y de propuestas de textos así como en la eliminación de corchetes. Sin embargo, recalqué a los Ministros que el ritmo de la labor multilateral era todavía demasiado lento y se estaba lejos del tipo de progresos sustantivos necesarios para llegar a la zona de aterrizaje en la franja de oportunidad que han identificado los dirigentes.
En cuanto al aspecto bilateral y plurilateral, dije a los Ministros que, a mi modo de ver, este aspecto se estaba quedando rezagado, con el riesgo de que las negociaciones multilaterales se vieran privadas del oxígeno necesario para dar el siguiente paso hacia adelante. Si no se recibe inminentemente una transferencia de energía de los procesos bilaterales y plurilaterales, toda la ardua labor realizada durante las últimas semanas en la vía multilateral corre el peligro de estancarse. En otras palabras: dije que el motor multilateral necesitaba combustible, y que lo necesitaba urgentemente.
En Davos, percibí una firme voluntad entre los Ministros por acelerar todavía más el proceso de Ginebra a fin de aprovechar la oportunidad que nos ofrece 2011 y que identificaron los dirigentes del G-20 y del APEC. Los Ministros allí presentes convinieron en ejercer mayor presión en las diversas negociaciones que llevaban a cabo bilateral y plurilateralmente a fin de imprimir el impulso necesario y coincidieron también en que nuestro trabajo actual debía basarse en los progresos logrados hasta ahora. Se comprometieron a dar instrucciones a sus negociadores para que revaluaran sus posiciones, abandonaran sus zonas seguras y emprendieran un verdadero proceso de “toma y daca”. Por último, los Ministros subrayaron su disposición a participar personalmente en el proceso de negociación en el momento adecuado. Pero también dijeron claramente que esperaban que el proceso de Ginebra les dejara por resolver solamente un número limitado de cuestiones.
En la reunión informal del CNC, las delegaciones expresaron un amplio apoyo a nuestra hoja de ruta: textos en todas las esferas alrededor de Pascua, un conjunto amplio de resultados para julio y finalización a fin de año. En este contexto, varias delegaciones reiteraron que los progresos debían basarse en lo que ya se había logrado y que esos logros no debían desbaratarse. Las delegaciones pusieron también de relieve esferas específicas de importancia en las que desearían ver avances en esta fase final. Varios participantes insistieron en la importancia de la transparencia y la no exclusión en los procesos venideros, y algunos resaltaron también la importancia de respetar el mandato de desarrollo establecido en la Ronda.
En cuanto a los debates bilaterales y plurilaterales entre altos funcionarios que ha habido en las dos últimas semanas, tengo entendido que las conversaciones han sido constructivas y que se han examinado cuestiones sustantivas concretas en varias esferas fundamentales, entre ellas la flexibilidad y la forma de lograr un equilibrio general entre todas las cuestiones. También tengo entendido que los participantes han insistido en la importancia del proceso multilateral. Aunque todavía es pronto, considero que la dirección y la naturaleza de esas conversaciones son alentadoras e insto a los participantes a que mantengan la presión, vayan más lejos e intensifiquen los esfuerzos por encontrar el terreno común que nos permita redactar un documento a nivel multilateral.
Dado el nivel de actividad previsto en los diversos Grupos de Negociación, es evidente que en las próximas semanas nos espera a todos una intensa y ardua labor. Entre otras cosas, tendremos que afrontar, colectivamente, el hecho de que nuestro proceso actual (en todos y cada uno de sus niveles) sigue siendo demasiado lento. En los Grupos de Negociación seguimos escuchando que algunas delegaciones "no tienen instrucciones " y que "todavía tenemos tiempo". Estas declaraciones no sólo no son útiles, sino que van en contra de los ingentes esfuerzos que hacen día a día los Presidentes de los Grupos de Negociación por llevar adelante el proceso. En los Grupos de Negociación se dice que "daremos un paso cuando se dé un paso en las plurilaterales" y en las plurilaterales que "daremos un paso cuando se dé un paso en las bilaterales" y, por último, en las bilaterales escuchamos "daré un paso cuando lo den los demás". Naturalmente, esto significa que, en última instancia, ¡ustedes están esperando a que ustedes mismos den un paso! Creo que todos estamos de acuerdo en que hay que salir de este círculo vicioso.
Llegados a este punto, tenemos que recodar todos que hemos acordado un modus operandi para el proceso actual, a saber, lograr progresos en ciertos elementos que los Presidentes puedan consignar en textos, y hacerlo con carácter de urgencia. Debo advertirles seriamente de que, para que esto sea posible, se precisa una importante aceleración en todos los niveles (el multilateral, el plurilateral y el bilateral). Además, los resultados de todos estos procesos tienen que pasar a un nivel superior y ser progresos reales en las principales cuestiones de fondo. Todavía es posible aprovechar esta oportunidad, que se desvanece más y más cada día que pasa.
Por último, yo continuaré mis reuniones periódicas de coordinación con los Presidentes de los Grupos de Negociación, asegurándome en particular de que en el programa de reuniones se tengan en cuenta las limitaciones de las delegaciones más pequeñas y, por supuesto, mis propias consultas personales. En aras de la transparencia y la no exclusión, he convocado también una reunión informal del CNC a nivel de Jefes de Delegación el 8 de marzo, y en ella podremos evaluar colectivamente la situación en todos los ámbitos.
3.ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LA GLOBALIZACION
MALAS Y BUENAS DE LA GLOBALIZACION
Jeffrey Sachs
A pesar de que la globalización ha sido muy benéfica para muchos países pobres, muchos otros se están quedando atrás en la miseria.
La cumbre de países ricos del G-8 convocará en Génova, Italia, a mediados de julio, tanto a las personas que protestan contra la globalización como a la Policía antimotines. Los manifestantes y los líderes del G-8 se acusarán mutuamente de no entender las realidades de la globalización. Los líderes del G-8 dirán que la globalización no sólo es inevitable, sino buena para el desarrollo. Los manifestantes dirán que la brecha entre ricos y pobres está creciendo. Ambos grupos hablan de verdades a medias.
Los líderes del G-8 señalan que el libre comercio es vital para que un país pobre logre el crecimiento sostenido, pues un país pobre que está desconectado de los mercados mundiales no se desarrollará. Pero hay una realidad más amplia. El libre comercio, aunque es una condición necesaria para el crecimiento, está lejos de ser suficiente. La globalización ayuda a que parte del mundo en desarrollo crezca, pero deja a cientos de millones, incluso miles de millones, atrás, incluyendo a muchas de las personas más pobres del mundo. Al pretender que la globalización ayuda a todos, los países del G-8 están generando una imagen irreal, una que invita a reacciones violentas.
Volverse parte de los sistemas globales de producción de las compañías multinacionales es la forma en la que los países pobres logran el crecimiento más rápido. Estas empresas crean trabajos en países con salarios bajos, ya sea a través de inversiones directas o encontrando proveedores en esos países que fabriquen los productos de acuerdo a sus especificaciones y luego los exporten a los mercados mundiales, con frecuencia de vuelta al país de origen de la firma multinacional.
Este proceso de producción ayuda a los países ricos al permitirles tener productos de bajo costo y a los países pobres al generar trabajos, experiencia con tecnologías avanzadas e inversión. Eventualmente, un país pobre puede "graduarse" y pasar de ser un mero proveedor de componentes a ser un innovador. Korea, Taiwan, Israel e Irlanda empezaron una industrialización rápida hace una generación, produciendo productos estándar para empresas multinacionales. Ahora son economías high-tech con todas las de la ley.
El mayor problema de la globalización es que gran parte del mundo en desarrollo no participa en el proceso. En América, la inversión externa directa está fuertemente concentrada en México, algunas partes de América Central y el Caribe, es decir, países cercanos a Estados Unidos (EEUU). Los países sudamericanos, lejos de EEUU, reciben mucho menos inversión de este tipo. Como resultado, México ha crecido velozmente en los últimos años, beneficiándose de un rápido incremento de los ingresos, los trabajos y las exportaciones a EEUU, mientras Sudamérica ha crecido más lento o de hecho decrecido.
La situación es similar en Europa y en Asia del Este. Las compañías multinacionales europeas invierten mucho en países con salarios bajos, como Polonia, Hungría y la República Checa, los cuales están en la frontera con Europa Occidental, pero no invierten mucho en Rumania, Ucrania o Rusia, que están más lejos. Invierten en países norafricanos como Tunisia y Egipto, pero no mucho al sur del Sahara. En Asia, la inversión extranjera de firmas taiwanesas fluye a las provincias costeñas de China, pero no al interior, que es pobre. Japón prefiere invertir sobre todo en la vecina Asia del Este en lugar de la distante India.
Las naciones en desarrollo que son vecinas de las ricas tienen, por tanto, grandes ventajas sobre otros países en desarrollo. Sus ventajas naturales, como menores costos de transporte a los mercados más importantes, son aumentadas por las políticas de comercio de los países ricos. Entonces, los exportadores mexicanos tienen acceso preferencial al mercado estadounidense como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y esto le da a México todavía otra ventaja en comparación con los lejanos países de América del Sur. De manera similar, Polonia tiene ventajas de comercio e inversión sobre Rusia, pues Polonia pronto se convertirá en un miembro de la Unión Europea, con acceso garantizado a los mercados de Europa Occidental.
Así, hay grandes ganadores en el mundo en desarrollo gracias a la globalización, pero muchos países no son beneficiarios. De hecho, los estándares de vida de muchos países han caído por completo. Uno de los problemas es que en un mundo en el que la gente y el capital tienen gran movilidad, los trabajadores experimentados se mudan de las regiones remotas a las zonas más favorecidas del mundo. Entonces, aunque África sufre una profunda crisis de salud, miles de doctores africanos emigran a EEUU, Europa y el Medio Oriente en busca de estándares de vida aceptables. En este caso, la globalización puede empeorar la crisis de África.
En las regiones pobres y remotas del mundo (África meridional, los países andinos de América Latina, el Asia Central que no tiene salida al mar y algunas secciones del sudeste de Asia) la crisis económica se está intensificando. Algunas regiones están sucumbiendo ante las enfermedades y el colapso económico. El diálogo sensato entre quienes apoyan y quienes están en contra de la globalización debe empezar con reconocer que, a pesar de que la globalización ha sido muy benéfica para muchos países pobres, muchos otros se están quedando atrás en la miseria, la cual se está quizá intensificando en parte debido a la globalización.
Cuando se reúnan los miembros del G-8, deben enfrentar las duras realidades de África, la región andina y otras partes del mundo. Deberían brindar una cancelación de deuda para los más necesitados de estos países y miles de millones de dólares para la lucha contra las enfermedades, sobre todo el sida, la malaria, la tuberculosis y otras exterminadoras. Deberían crear mecanismos para ayudar a que los más pobres entre los pobres también se beneficien con las nuevas tecnologías.
Si el G-8 le muestra al mundo que sus miembros entienden las realidades de la globalización, buenas y malas, y que están listos para apoyar a aquellos que se están quedando aun más atrás, empezarían a cerrar la creciente y peligrosa grieta que separa a quienes apoyan y a quienes se oponen a la globalización. Al hacerlo, lograrían que el mundo se acercara a la aplicación de soluciones reales.
4.BREVE OPINION PERSONAL SOBRE GLOBALIZACION
la glabalizacion es una ayuda para el hombre pero ala vez es su destruccion , pues el ser humano no sabe aprobechar, esas ayudas que le genera el mundo y las utilisa para exportar o importar muerte , y poner en peligro la de muchas personas y la de el.
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